Cuando entréis en un local de entretenimiento juvenil como una discoteca, una ferretería o un prostíbulo de amputadas vietnamitas y veáis a un ejercito de pre-adolescentes armados de Canon y Photoshop preparándose para retratar cada instante de vuestra vergonzosa velada recordareis mis palabras:
"Deficiencia incurable"
Nadie necesita recordar cuantos miembros tenía la refugiada de guerra que inseminaste por dinero en la trastienda del Burguer King, nadie quiere saber por que no llamaste a aquella familia de mapaches tras violar a su madre. Así que no hace falta que salgáis con vuestras cámaras a estudiar la defecación de las ardillas cada sábado por la mañana y hagáis reportajes sobre la vida social de mierda que mantenéis. Estaremos bien sin vuestros informes sobre los amaneceres que se observan desde el agujero fecal en el que vivis asi que dejad de sobrecargar flicker o flaicker o como testículos se pronuncie. Ademas vuestra madre es una prostituta.
Yo respeto el trabajo de los periodistas que fotografían o fotografusiesen la fauna salvaje en Zanzibar o cubriendo el inicio de la temporada de caza del guepardo estonio. Pero no puedo respetar esas autofotos en el espejo del baño que aun huele a mierda desde la ultima repoblación de pinos que vuestro hermano acaba de plantar. Rendíos, somos más y mucho más sexys, tanto que no necesitamos reafirmarlo en full HD cada 10 minutos, además Jesucristo cree en nuestra causa, también los cazafantasmas, Batman y un señor de Yugoslavia llamado Alfredo Petrov de todos los santos.
Desde aquí hago el llamamiento al gobierno de los estados unidos de Malasia, Narnia del sur y el resto de países inventados para que declaren ilegal el uso de estas cámaras sin un curso preparatorio de fotografía y una tesis en braile de 350 páginas sobre la migración del cangrejo de orejas ucraniano. Sin nada más que añadir me retiro a mi atalaya a seguir cazando palomas.
Daniel Lee Burton
